El imperio de Facebook

Carolina G. | Marzo 21, 2019

 

Es el año 2006: Nintendo saca a la venta su consola Wii, Felipe Calderón obtiene la mayoría de votos en la elección presidencial, los matrimonios del mismo sexo se permiten en Sudáfrica y Facebook está disponible para cualquier persona que diga tener más de 13 años.

 

Lo único que necesitas es indicar tu nombre y loggearte con email y contraseña.

 

Así empezó todo.

 

A la fecha, la red social cuenta con más de 2,200 millones de usuarios activos mensuales. En 2012 Facebook adquirió Instagram por mil millones de dólares, y en 2014 hizo lo propio con el servicio de mensajería Whatsapp por 16 mil millones de dólares.

 

El programador estadounidense Mark Zuckerberg creó el sitio cuando estaba en la universidad. La película The social network (2010) intentó hacerle justicia al fundador, quien ahora es considerado por la revista Forbes como la quinta persona más rica del mundo.

 

El pasado miércoles 13 de marzo, Facebook experimentó una caída por más de 12 horas. Un supuesto cambio en la configuración del servidor inhabilitó a los usuarios de acceder a sus aplicaciones y servicios. Un fallo sin precedentes que afectó regiones de todo el mundo.

 

No sólo fue motivo de pérdidas en usuarios e ingresos publicitarios (además de la partida de Chris Cox, responsable de la app de Facebook, y de Chris Daniels, vicepresidente de WhatsApp) ya que el error también suscitó una serie de críticas por parte de expertos.

 

Kieren McCarthy, periodista en tecnología, escribió al respecto en su columna en The Register: «De cualquier compañía que proporcione un servicio de tamaño e impacto similar (…) se esperaría que proporcionara actualizaciones constantes y que hiciera que sus ejecutivos explicaran públicamente qué salió mal».

 

Y no es para menos. Facebook tiene un impacto abismal en los usuarios digitales, y lo demostró cuando, gracias a la caída de sus servicios, hizo que en muchos surgiera la pregunta: ¿Qué pasaría si Zuckerberg bajara el switch?

 

Recordemos que hace poco menos de un año, el multimillonario compareció frente a una comisión del Senado estadounidense para tratar la regulación que pretende establecerse en la plataforma. Entre muchas de las preguntas que le fueron lanzadas, llamó la atención una en particular: ¿Es Facebook un monopolio?

 

Bastaron diez años para que Facebook, junto con Google, Apple y Amazon, reemplazaran a las empresas más grandes del mundo. Con todo y sus fake news y robo de data (aunque eso es otro tema).

 

El hecho es que el imperio que ha creado Zuckerberg no se lo piensa al momento de sacar del camino a la competencia: Un año después de adquirir Instagram, el siguiente paso era hacerse de Snapchat, sin embargo la oferta fue rechazada por el CEO. Para 2016 se había replicado el concepto de la plataforma del fantasma y finalmente llegaron las Instastories, las cuales poco a poco fueron adoptadas en Facebook, Messenger y Whatsapp.

 

Las Instastories tomaron popularidad y fueron haciéndose mejores que la competencia; casi de inmediato los usuarios se desprendieron de Snapchat, pues no tenía mucho caso tener dos aplicaciones con la misma función.

 

Pero no sólo el mundo digital se ha visto agraviado. De acuerdo con la Oficina de Estadísticas Laborales de los Estados Unidos, las ganancias en la industria editorial han disminuido, al igual que sus empleados, en los últimos años. A la industria de la música no le ha ido mejor. La publicidad circula en internet y debe negociarse con Google o Facebook sí o sí.

 

¿Hasta cuándo seguiremos dejando que el mundo siga perteneciendo a unos cuantos? Quizás podríamos fingir que en ello no existe daño alguno a nuestra democracia y privacidad.

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