Saberte vender, a tu producto y empresa
Ofrecer un producto, servicio o promocionar tu empresa puede ser difícil por diversos motivos, sobre todo cuando estás comenzando y no tienes una idea clara para saber cuáles son los primeros pasos que hay que dar para comenzar de forma segura.
A continuación, te presentamos los elementos básicos para comenzar a vender tu producto.
Localiza tu diferenciador
El conocimiento propio como de tu marca y producto es clave para saber las cualidades que lo distinguen ¿Qué tiene mi producto que mis competidores no? ¿Qué ventajas ofrece? ¿Cuáles son mis fortalezas y áreas de oportunidad?
Conocer lo anterior es clave para comenzar a vender, una vez que se encuentra respuesta a esa pregunta se tiene localizado el primer punto para empezar a desarrollar las estrategias de venta y están basadas en la seguridad y certeza de lo que se venderá.
Ser Breve
Definir lo anterior en pocas palabras es importante para concretar esos valores en conceptos que puedan ser relacionados de manera fácil y rápida por el comprador.
Conocer al comprador y sus necesidades
Una vez sintetizados los valores y con la seguridad en nosotros y nuestro producto, nuestra tarea es conocer las necesidades del cliente para que nuestras habilidades, producto o marca sean la solución que requieren.
Investigar cómo habla, dónde se desarrolla, cuáles son sus intereses, entre todos los datos será importante para poder desarrollar una estrategia comunicativa eficaz y generar conexión desde el primer instante. Para esta búsqueda las redes sociales son una buena herramienta, no olvides revisar también a sus principales competidores, esto te dará una visión más completa sobre cómo adecuar tu producto para potenciar el de tu prospecto de cliente.
Escucha activa
Tu investigación es una parte del proceso que será completada cuando conozcas al comprador y en este punto lo mejor es escuchar, nadie mejor que él conoce los retos y objetivos que desean consolidar, por ello escuchar atentamente es esencial para poder tener el panorama 360 de la situación. Escuchar de forma activa te permitirá poder proponer estrategias y soluciones más concisas.
En resumen, el conocimiento tanto propio como de las necesidades del comprador es la base para poder dar un paso adelante y consolidarnos como la mejor opción para ser la solución requerida.
Así mismo, la seguridad y confianza que proyectemos sobre nuestros diferenciadores es la clave para dar certeza al comprador que se conoce el tema y se puede dar solución a sus necesidades.