IDENTIDAD VISUAL: LOS TIPOS DE LOGOS

El término «logo» se utiliza a menudo como un término genérico para describir una variedad de conceptos en el ámbito del diseño gráfico. Sin embargo, es importante comprender las diferencias entre estos conceptos para tener una comprensión más completa de las identidades corporativas y de marca.

En el mundo del diseño, se encuentran términos como logotipos, isotipos, imagotipos e isologos, cada uno con su propio significado y aplicación específica. Estos términos pueden ser confusos para quienes no están familiarizados con el campo del diseño, pero comprender su distinción es crucial para apreciar la diversidad y complejidad del trabajo de diseño gráfico.

Logo o Logotipo

El término «logotipo» se usa comúnmente para describir cualquier elemento visual de una marca, pero su significado preciso se refiere específicamente a las formaciones de palabras. Es importante distinguirlo de otros términos como marca o imagotipo, ya que solo se considera logotipo cuando se compone exclusivamente de texto. A menudo, en el diseño gráfico, se emplea erróneamente el término logotipo para describir cualquier elemento visual de una marca, lo cual puede llevar a confusiones sobre su verdadero significado y uso adecuado. Por otro lado, según la Real Academia Española (RAE), un logotipo es un distintivo formado por letras o abreviaturas, específico de una empresa, conmemoración, marca o producto. 

Un gran ejemplo de logotipo son marcas reconocidas mundialmente como Coca-cola, Walt Disney o Canon, donde la tipografía juega un papel fundamental para transmitir la identidad de la empresa y su mensaje distintivo.

Isotipo

Esta es la parte distintiva de una marca que se reconoce sin necesidad de texto adicional. Se trata de un símbolo que encapsula los valores y la esencia de la empresa de manera visual. Esta representación gráfica, que puede ser una abstracción o un ícono concreto, busca equiparar un elemento visual con algún aspecto de la realidad, siendo entendible por sí mismo. En el mundo del branding, el éxito de un isotipo radica en su capacidad para transmitir la identidad de la marca y en su reconocimiento instantáneo por parte del público, convirtiéndose en una herramienta poderosa para fortalecer la imagen corporativa.

Por su parte, los isotipos comprenden una diversidad de elementos, destacando 6 clasificaciones, las cuales son:

Monograma: donde se fusionan las iniciales de la marca para crear un símbolo conjunto

Anagrama: une sílabas para crear una palabra nueva, convirtiéndose en la propia marca. Es una técnica efectiva para sintetizar y diferenciar el nombre de la empresa o producto.

Sigla: consiste en la unión de letras que mantienen su individualidad al leerse, permitiendo mencionar cada una para referirse a la marca.

Inicial: es la inicial de la marca resume su identidad en una sola letra.

Firma: La firma usa sus letras auténticas y personalizadas, representa los valores de la empresa de manera clara y entendible, convirtiéndola en una marca exclusiva.

Pictograma: Tienen su estilo abstracto o figurativo, resumen el nombre de la marca, transmiten sensaciones asociadas a ella o ejemplifican el producto que ofrece con formas o siluetas simples.

Imagotipo

Esta clasificación combina elementos icónicos y textuales de manera clara y diferenciada, permitiendo que tanto el texto como el símbolo puedan funcionar por separado si es necesario. Este tipo de diseño representa una fusión entre el logo y el isotipo, donde ambos elementos interactúan para lograr una representación más explicativa y descriptiva de la marca. 

Ejemplos cotidianos de imagotipos son marcas como Carrefour, Amazon o Santander.

Isologo

En el isologo, texto e icono forman una unidad indisoluble, funcionando juntos para representar la marca. A diferencia del imagotipo, donde se distingue claramente entre ambos elementos, en el isologo están fusionados en un solo elemento. Esta integración completa entre texto e icono hace que sean indispensables el uno para el otro, lo que garantiza una identificación sólida y coherente de la marca.

Ejemplos como Nissan, Burger King y NASA ilustran esta integración, donde ambos elementos son indispensables para la identificación de la marca. A medida que evoluciona la identidad gráfica, algunas marcas alcanzan tal reconocimiento que sus componentes pueden funcionar de manera independiente, destacando la solidez de su diseño y la penetración en la mente del consumidor.

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